sábado, 24 de abril de 2010

Brahms - Sinfonía Nº 1 - Abendroth


El Brahms de Hermann Abendroth

En el marco de un interesantísimo intercambio de grabaciones de la Primera sinfonía de Johannes Brahms que venimos sosteniendo en petit comité un grupo de melómanos más o menos desquiciados, han surgido las evidentes oposiciones de estilos y formas de abordar esta obra. Quien escribe pensó que en algún momento debía parar esta locura por lo que sugerí una versión honorífica que pudiera cerrar con broche de platino esta experiencia.
En lo personal nunca había escuchado tantas primeras como lo he hecho ahora, y ya tenía algunas pendientes antes de empezar esta febril serie de entregas, viendo que hay muchas más de lo que alguna vez me hubiera imaginado. Hacía tiempo que buscaba alguna que me dijera algo diferente a lo que suelo encontrar en el promedio. Me pongo a ver y no hay muchas grabaciones que se puedan tildar de deleznables en esta obra, por el contrario, quitando a la muy particular idiosincrasia de Furtwängler ó de Toscanini, hay en el resto bastante homogeneidad en la forma de interpretar y se puede decir que está bastante bien servida en cuanto a grabaciones que la engalanan. Había estado por mucho tiempo esperando por una versión que marcara especial distinción y creo que por fin la he conseguido.
Hermann Abendroth (1883-1956) fue un director alemán activo en la primera mitad del siglo XX, y para sorpresa de muchos, una de las más grandes batutas de ese siglo. Desafortunadamente para muchos oídos aun es poco conocido, pues aparte de haber sufrido las consecuencias por haber pertenecido al partido nazi, luego fue execrado por haber decidido quedarse en la Alemania comunista y haber sido el primer director alemán en aceptar invitaciones a dirigir en la URSS. Después de la caida del nazismo, el nuevo villano, el nuevo Imperio del Mal era el comunismo soviético y esto le valió un veto automático al director por razones políticas, lo que le impidió poder grabar con los grandes sellos disqueros, mientras por el contrario Furtwängler, Knappertsbusch, Böhm Schuricht y Karajan, con igual pasado político no del todo impolutos, sí pudieron obrar mas o menos a sus anchas. Es por esto que Abendroth solo pudo grabar para sellos de segunda, que nunca serían competencia para gigantes como EMI ó London-Decca.
No todo fue malo, pues esta decisión del director permitió el renacimiento de grandes orquestas como la Gewandhaus de Leipzig, ó la RSO Berlin las cuales vivieron una de las eras más brillantes de toda su historia. Luego de la caída del nazismo se crearon orquestas nuevas, entre ellas la famosa Sinfónica de la Radio de Leipzig, que fue estrenada por Hermann Abendroth, su primer titular.
La especialidad de Abendroth era el repertorio romántico alemán, Beethoven, Brahms, Bruckner, Schumann, de los cuales dejó formidables grabaciones, usualmente de conciertos en vivo. De Brahms, con quien el director tuvo siempre una muy particular y extraordinaria afinidad, es de lo que más hay disponible en discografía de Abendroth. Se puede apreciar a través de la misma en sus diferentes eras, circunstancias y orquestas, la uniformidad y la misma visión básica que siempre mantuvo a través de lecturas de intensa pasión, pulcra sonoridad, ataques incisivos y extremidad en los tiempos, que compartiendo similitudes con Furtwängler, sin embargo sus derroteros finales eran harto diferentes. Hacia el final de su carrera artística Abendroth dispuso de un ciclo completo que incluye sus conciertos y las cuatro sinfonías, de entre las cuales destaca una mercurial, erudita y heterodoxa interpretación de la Primera, grabación que nos enorgullece compartirles.
Probablemente no sea del gusto o aprobación de todos, pero lo que escuchareis a continuacion es una forma de interpretar a Brahms que ya ha muerto y que probablemente no volverá. Desde la primera explosión volcánica y ominosa que abre el primer movimiento nos damos cuenta de que se nos viene encima algo fuera de serie, y esta tensión se mantiene durante toda la ejecución, con un movimiento final controversial pero para nada rutinario y en todo momento excitante. Como detalle adicional, se trata de grabaciones que cuentan con un magnífico e incluso increíble sonido, tomando en cuenta que son monoaurales de entre los años 1953-56 (ninguna de las Primera con Furtwängler suena así). Todo un tesoro a tener en sus colecciones y del que se recomienda no escuchar luego por mucho tiempo otras versiones «para no descontaminarse».

La Primera de Brahms, entonces, con Abendroth al mando de la Rundfunk-Sinfonieorchester Leipzig.

4 comentarios:

  1. Gracias. He escuchado varias versiones. Celibidache es tal vez mi preferida por ahora. Espero escuchar esta.

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  2. Seria fabuloso si se pudieran conseguir las versiones que Max Fiedler (quien conoció a Brahms personalmente) grabó en los años 30.
    Esta versión con Abendroth me ha parecido excelente. ¡gracias por el aporte!

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  3. Muchísimas gracias, Carlos, por esta grabación y por hacerme conocer a este director del que espero poder escuchar algunas otras cosas. Interesantísimo.

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  4. Como brahmsiano y sobre todo como amigo, Carlos, te agradezco el estupendo aporte. Y grandes saludos también a Fernando.

    Estos antiguos directores olvidados se imponen a tantos modernos directores olvidables...

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