martes, 9 de noviembre de 2010

Mahler: discografía esencial. Sinfonía Nº 4 (3/4)


Mahler: discografía esencial
Sinfonía Nº 4
Parte 3
(Ver Parte 1, Parte 2, Parte 4)

Tennstedt y la exploración del lirismo
La versión del tormentoso Klaus Tennstedt y la orquesta de su vida, la London Philharmonic (1982, EMI), no suele aparecer en las referencias de la Cuarta de Mahler. Y es, sin embargo, una lectura soberbia, con un tercer movimiento en el que el conductor alemán alcanza cotas indescriptibles de lirismo. Pero también se luce en toda la obra: ofrece un primer movimiento de elegancia y limpidez, pero no exento de toques personales, algunos accelerandi que subrayan el brillo de algunos pasajes, un inspirado recorrido por los temas que se desenvuelven en la primera parte. Y hay también la transmisión de un ambiente de sordidez en la aparente picardía del segundo movimiento, un bellísimo canto del texto del Wunderhorn por la inolvidable Lucia Popp y muchos aspectos que ubican a esta Cuarta, también, entre las mejores.
Cabe anotar que existen otras grabaciones de esta obra por Tennstedt: la de 1976 con la Sinfonie Orchester des Südwestfunks de Baden-Baden y la soprano Eva Csapo (Hanssler) y la de 1977 con la Boston Symphony Orchestra y la soprano Phyllis Bryn-Jurson.
Pero ésta con la London Philharmonic en EMI, que forma parte de su ciclo mahleriano, es sin lugar a dudas la más destacada.



Muti: sorpresa en vivo y en directo
Mencionábamos al inicio de nuestro recorrido por la discografía esencial de la Cuarta de Mahler cómo esta partitura había atraído a directores que no interpretaron demasiado la obra del creador de los Kindertotenlieder. Y cómo, curiosamente, algunos de ellos dejaron su marca, a pesar de ello, en la interpretación de la misma.
Si los casos de Kletzki y Reiner no habían bastado, daremos un ejemplo más, aunque provisto gracias a un evento muy especial: se trata del Mahlerfeest (Festival de Mahler), organizado por la Royal Concertgebouw Orchestra en Amsterdam, durante mayo de 1995. Por suerte, la Radio Netherlands grabó y editó los conciertos de ese encuentro, del que participaron algunas de las batutas más importantes del momento, junto a las grandes orquestas.
Y allí, fue el circunspecto Riccardo Muti quien ofreció una bella versión de la Sinfonía Nº 4, al frente de nada menos que la Filarmónica de Viena y con Barbara Boney como cantante, en una soberbia performance. La versión de Muti explota a la orquesta para una lectura hermosa, tersa y ajustada.
Como gran director mozartiano que es, Muti se siente cómodo explorando el aire clásico del primer movimiento, pero luego de partir de ese enfoque, le va agregando, en lo sucesivo, a su versión, algo más de nervio, y la toma de sonido permite disfrutar cómo Muti ahonda en los aspectos bucólicos, sarcásticos y, finalmente ensoñados de la Cuarta.
Una versión para tener en cuenta, y que para algunos conocedores de la discografía de la obra, puede resultar inesperada su inclusión en una discografía esencial de esta sinfonía. Bienvenida, entonces, la sorpresa.


Un inspirado Sinopoli
Pero si de sorpresas hablamos, el recordado y polémico director Giuseppe Sinopoli supo dar una, precisamente con la Sinfonía Nº 4. Porque este conductor, autor de una integral de Mahler junto a la Philharmonia Orchestra, ofreció un concierto en Dresde, el 29 de mayo de 1999, al frente de la prestigiosa Staatskapelle Dresden. En él interpretó la Cuarta de Mahler, con Juliane Banse como solista. Diez años más tarde, el sello Profil-Hanssler rescató esa grabación y la editó en un magnífico disco, de impecable sonido, y con una particularísima versión de esta obra.
En principio, lo que llama la atención de la misma es la amplitud de los tempi elegidos. Se trata, probablemente, de la más lenta de las versión de esta obra, más lenta incluso que la de Barbirolli y en disputa con una que por poco se quedó fuera de esta selección: la de Harold Farberman. No hay demasiados registros de esta antiquísima orquesta, más dedicada al repertorio de Richard Strauss, sobre obras de Mahler, y al escuchar este disco uno no puede más que lamentarse. La de ese concierto fue, sin dudas, una noche inspirada, porque ese monstruo que es la orquesta de Dresde suena con una intimidad y riqueza tan notables que dan ganas de pedir que siga sonando un poco más.
Lejos de todo convencionalismo (al punto que cuesta pensar en esta versión como la primera a recomendar para conocer la Cuarta), Sinopoli regala, así, una de sus mejores interpretaciones mahlerianas.

2 comentarios:

  1. Hola, que agradable sorpresa ver la versión de Muti del Mahlerfeest 1995, es verdad, está en el podio. Como anécdota triste les comento que tuve el chance, hace muchos años, de comprar la versión de Tennstedt, y preferí comprar el concierto para violin y orquesta de dvorak y su Romanza op11 de la serie económica red line. Luego, este CD se me perdió....Saludos

    ResponderEliminar
  2. Saludos, otra vez gracias por el sitio. Abrazo

    ResponderEliminar