domingo, 10 de julio de 2011

Mahler: discografía esencial. Sinfonía Nº 8 «De los mil» (3/3)




Culminamos este viaje por la discografía esencial de la Sinfonía «De los mil» de Mahler con dos grabaciones distantes en el tiempo entre sí, pero también alejadas en cuanto a su enfoque estético.
Sin embargo, están muy cercas en esto de transmitir el espíritu mahleriano. La última de este recorrido es, para nosotros, la mejor de todas.

Una mirada filosófica
En 1998, el sello Hänssler editó en 1998 una de las dos versiones que a mi humilde parecer son las mejores de la discografía. Hablo de la dirigida por Michael Gielen al frente de la SWR de Baden-Baden, una buena plana solista y tres excelentes agrupaciones corales como lo son el Académico de Europa, el Aurelius y el infantil de Freiburgo.
En su versión, el maestro Gielen halla un camino común entre el sinfonismo, el drama y la sacralidad (no religiosidad) que exige la obra; lo cual deriva en un equilibrio pocas veces logrado. A pesar de que la SWR no se considera una orquesta de primer nivel, su nivel técnico es bastante sofisticado –herencia sin duda de Rosbaud– y Gielen obtiene de ella matices sonoros que se debaten entre el modernismo que la caracteriza y la más pura tradición postromántica.
Tal vez su lectura pueda catalogarse de psicologista, producto de sus amplios estudios en filosofía, pero que en nada demerita su conceptualización sobre la obra de un Mahler al borde del desquicio que ya consideraba recurrir a Freud... A mi criterio, una auténtica referencia.

La cumbre de la Octava
Por último, mi primera recomendación es la que puedo considerar la más alta cumbre interpretativa de la Octava sinfonía: Dimitri Mitropoulos con un excelente equipo solista, los coros de la Ópera de Viena, los Niños Cantores y la Filarmónica de Viena.
Mucho se ha hablado acerca de las imperfecciones técnicas que envuelven a esta grabación registrada en 1960, que van desde un sonido poco óptimo hasta al hecho de que –cosa de verdad extraña– la Filarmónica de Viena no suena al nivel con que nos tiene acostumbrados.
A pesar de ello, el oficio mahleriano de Mitropoulos se hace evidente en tanto que nos ofrece una versión que pareciera salida del Negro y Violeta de Kandinsky en especial por el despliegue de colores y tiempos que entreteje conforme transcurre la obra.
Sin temor a equivocarme, puedo sostener que la segunda parte de la sinfonía resulta mejor que la primera y que en la historia de las grabaciones no existe un concepto más bello y apolíneo que el vertido por el maestro ateniense. De inmediato notamos un sublime dominio de la estructura y un manejo coral que explota al máximo las posibilidades claroscuras de la partitura. Los cantantes trascienden sus papeles solistas y no es arriesgado decir que actúan sus intervenciones, lo que no es de sorprendernos viniendo de una batuta eminentemente operista y, además, nacida en la parte del mundo que acunó los orígenes de la tragedia.
A mi parecer, Mitropoulos empieza vacilante en el etéreo plano del Veni, creator spiritus, para culminar sublime conforme se acerca el nacimiento del eros al que nos lleva el último verso del Fausto.... ¿La mejor versión versión hoy por hoy de ésta sinfonía? Me atrevo a decir que sí..., aunque en búsqueda de una versión cuya primera parte me lleve a las alturas insospechadas de la segunda que firma Mitropoulos.


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3 comentarios:

  1. Muy buena la serie de la Octava.
    ¡Muchas gracias!

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  2. De acuerdo con Barullo.

    Destaco los siguientes párrafos:

    "halla un camino común entre el sinfonismo, el drama y la sacralidad (no religiosidad) que exige la obra;"

    "puedo sostener que la segunda parte de la sinfonía resulta mejor que la primera y que en la historia de las grabaciones no existe un concepto más bello y apolíneo que el vertido por el maestro ateniense".

    "viniendo de una batuta eminentemente operista y, además, nacida en la parte del mundo que acunó los orígenes de la tragedia".

    Nietzsche estaría encantado con estas líneas en especial.

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  3. Ya serán meses los que espero por su entrega de la novena. No es presión mis estimados camaradas, más bien es la ansia de saber que hermosas entregas nos tendrán preparadas para entonces. Hay tanta tela de donde cortar en la novena que simplemente no puedo imaginarme cual será su preferida: Solti, Walter, Mitropoulos, Klemperer, Barbirolli o acaso alguna otra sorpresa que siempre nos traen. ¿Cuál será?. Evidentemente yo ya tengo la mía ya elegida. Espero con ansias sus publicaciones. Por cierto, estaría muy interesante que hicieran algo parecido a este recorrido mahleriano con Bruckner, eso me dejaría fuera de mis sentidos en absoluto

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