Un momento mágico para la música rock
A propósito del primer recital de Yes en Mendoza, Argentina
De Yes puede decirse, sin dudas, que ha sido uno de los mayores grupos de rock que ha dado la historia de esta música. La banda inglesa, que atravesó diversas formaciones e incursionó en estilos disímiles, dio muestras en los años ’70 de una poco usual virtud: tener a grandes músicos, en un momento de alta inspiración, y elegir como lenguaje el del rock sinfónico.
En ese contexto, y luego de álbumes maravillosos como Fragile y, sobre todo, Close to the Edge (ambos paridos bajo la alineación prototípica del grupo, con Jon Anderson, Chris Squire, Steve Howe, Rick Wakeman y Bill Bruford), Yes se encontraba ante un abismo creativo como el que anunciaba el impar disco que acababa de dejar atrás. Mientras cumplía con su sello A&M editando la placa doble en vivo Yessongs, el quinteto encontró en Alan White a un baterista que estuviera a la altura de Bruford –recién partido a King Crimson– y se encaminó hacia uno de los más ambiciosos proyectos del rock de todos los tiempos.
Así, en 1973 (hace 37 años), Yes daba a luz un disco maravilloso: Tales from Topographic Oceans. No era usual, y no lo ha sido nunca, que una banda de rock, por más «progresiva» que fuese, se animase a publicar una placa doble, compuesta tan sólo por ¡4 temas! Anderson & Cía. consideraron que su gente estaba preparada para recibirlo y aprovechó esa libertad para entregarle esta original obra maestra.
Tales from Topographic Oceans (algo así como Relatos desde los océanos topográficos, una metáfora de la «mente») dice inspirarse en una autobiografía del yogui Paramhansa Yoganadam, y ciertamente ese baño hindú de las letras es lo que puede verse envejecido con los años. Lo demás, es sólo genio compactado en cuatro canciones de más o menos 20 minutos cada una, a través de las cuales Yes sirve en un exquisito plato todos sus dones.
Aunque los temas están firmados por el grupo todo, cada larga canción se reparte su protagonismo particular. La primera, The Revealing Science of God, es de Jon Anderson: allí su voz toma las riendas melódicas del tema todo, al punto que empieza casi a capella. Esta composición es hermosa y profunda: no tiene, no, lo enigmático de Close to the Edge (el tema), pero a cambio ofrece sinuosidad, frescura. Lo que le falta de furia lo suple con armonías puras y un estribillo conmovedor. La segunda pieza del primer disco, The Remembering, es casi una continuación del primero, en tono y clima. Sólo que aquí, el tecladista Rick Wakeman marca el paso, y la canción adquiere aires diáfanos. Es una canción amable, pero detrás de su simpleza hay un complejo entramado instrumental, sobre todo bajo los dedos de este gran músico.
El inicio del disco 2, con The Ancient, es algo misterioso: la percusión va creando un clima casi psicodélico mientras la guitarra del gran Steve Howe empieza a desperezarse. Será este músico, que intercalará las cuerdas de metal y eléctricas con las de nailon y desenchufadas a lo largo de la canción, el exclusivo protagonista de esta pieza, tan inspirada que tocarla en vivo fue luego un nuevo desafío. Finalmente, el cierre está a cargo de Ritual-Nous Sommes du Soleil, pieza que condensa los ingredientes de las anteriores canciones, aunque aquí las bases de Squire-White llevan la batuta. Es un soberbio modo de cerrar el disco.
Testimonio polémico
Que hace tres décadas Yes haya podido poner en la calle un disco así, con todos los riesgos que esto significaba, habla de un momento de madurez que el rock alcanzó y que después, quizá, relegó en pos de la visceralidad del punk. Y tuvo que empezar de nuevo.De cualquier modo, Tales... está allí como un testimonio, todavía polémico, ya que el disco, por su iconoclastia quizá, generó opiniones dispares. Es, igual, uno de los momentos mágicos de la música popular. Y merece un sitio de excepción en la historia y las discotecas. Por si faltaran excusas, tiene la más bella de todas las portadas que Roger Dean realizó para Yes.
Hola Fernandito, un saludo y salvedad (aunque no me hayas invitado a escribir en tu blog, pero en este caso es menester): Esa maravilla sinfónica moderna que es el Tales From Topographic Oceans NO es de 1974, la edición original es del '73!. Del año citado (1974) es Relayer, su otro increíble álbum, siguiente.
ResponderEliminarUn abrazo
Erni/La Progresión
¡Cierto! Corregido. ¡Gracias, Erni! Nos vemos esta noche.
ResponderEliminarP.D.: Che, ni falta hace que te invite, ¿eh?
Bueno amigos, al citar a YES yo hablaría más de un rock progresivo-sinfónico, y de que de alguna manera tenían una primera deuda con EKSEPTION.
ResponderEliminarÉste fue un disco inolvidable en los tiempos en que la música ‘underground’ hacía furor y el rock duro caminaba ya con fuerza, era la época dorada de Deep Purple y The Rolling Stones.
Hacía cuatro años del Festival de Woodstock y tres de que muriera Hendrix y The Beatles firmaran “Let It Be”, y acaban de aparecer sus recopilatorios “Red Album” y “Blue Album” que pesaban como dos losas sobre nuestras conciencias.
Claro que todo esto en comparación con lo que se hacía en los Cursos de Verano de Darmstadt, que había comenzado allá por 1946, parecía cosas de niños (y así era). JAJAJA Recordemos que en la portada del “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” (1-VI-1967) aparecía un tal Karlheinz Stockhausen. De esta época, más o menos (más más que menos) es su “Inori”, Op. 38.
En fin, qué tiempos aquellos. JAJAJA
Fernando, muchas gracias por el estupendo regalo.
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra
Felicitaciones por el artículo acerca de esta joya muchas veces subvalorada, y un par de precisiones : A&M era el sello de Rick Wakeman, el de YES era Atlantic Records, y "Yessongs" fue originalmente un disco triple, no doble.
ResponderEliminarSaludos de un fan de Yes del Perú.
PP
Bienvenido el rock a Oido Fino. No soy muy aficionado, aunque estoy empezando a escuchar algo y me gusta, anque no tanto como la clásica. Pero es comprensible, desde hace 20 años escucho música clásica a diario.
ResponderEliminarA todos:
ResponderEliminarMe alegra que la inclusión de un disco de rock en estas lides haya sido bien recibida. Pueden venir más joyas de esta categoría.
Además, gracias por las correcciones, ya están aplicadas. Lo de A&M fue distracción, lo del doble-triple, producto de que sólo conocí la versión en CD.
Hola desde Tijuana B.C. Mexico.
ResponderEliminarCon interés sigo este blog por su contenido y sus acertadas criticas.
Fue una gran sorpresa visitarlo y encontrar este comentario sobre el Tales from Topographic Oceans.
Soy seguidor de Yes desde 1972, he tenido de la suerte de acudir prácticamente a todos sus recitales e incluso de conocer a sus integrantes personalmente (San Diego, Ca, EU esta a 20 minutos de Tijuana)
TFTO es mi album favorito de Yes, lo he tenido en todas sus versiones, desde el LP original hasta la version en MP3. Fue la musica de Yes quien me fue guiando a la clásica (que es ahora lo que mas escucho, como "rockero jubilado") No puedo creer que ya hayan pasado 37 años y siga sonando tan fresca. En sus tiempos ocupo un importante lugar en el Top 40 de la música rock.
Ahh por cierto la litografía de Roger Dean que se uso como portada del LP ocupa el lugar de honor en la decoración de mi oficina.
Saludos desde Tijuana
En el Boxset "In a Word: Yes" éstá la versión completa de "The Revelling Science of God", la original, que tenía una introducción instrumental de casi dos minutos (No empezaba directamente con las voces), la tuvieron que cortar para incluirla en el disco orginal por razones de espacio. En la gira del disco Open Your Eyes del 98 tocaron éste tema completo con su introducción original. En cuanto a Ritual las versíones en vivo del Yesshows y del DVD Yessymphonic (DVD altamente recomendado ya que es el único que he visto de Rock con orquesta en donde el sonido está perfectamente balanceado entre la orquesta y el grupo) superan mucho a la original, ellos mismos dicen que éste último tema les costó mucho desarrollarlo en estudio y fue sólo al tocarlo en vivo por varios años que lograron hacerlo bien (Ciertamente no es un tema facil!) Por supuesto que el rock progresivo está bienvenido en cualquier blog de música clásica ya que gracias a Yes, Genesis y Emerson, Lake & Palmer gente como yo ahora escucha Mahler! Me acuerdo que la primera obra sinfónica que escuché fue Pictures at an Exhibition de Mussorgsky, por curiosidad ya que llevaba años escuchando la versión de Emerson, Lake & Palmer, fui con un grupo de amigos rockeros al Teatro Teresa Carreño (En Caracas) a verla, los únicos que estabamos vestidos con jeanes y camisas negras rockeras eramos nosotros! Ahora todos escuchamos también música clásica más que el rock! Keith Emerson hizo conocer también a mucha gente la música de Ginastera, y la de Janacek, entre otros. Cabe destacar que el compositor preferido de Jon Anderson (cantante de Yes) es Sibelius...
ResponderEliminarYo compré este disco cuando tenía 13 años, allá por 1975. Más que nada fui atraído por la tapa y obvio que también porque Yes ya tenía todo el status de supergrupo de rock. El rock de vanguardia de principios de los 70, nacional o extranjero, era -increíblemente- por sobre todo, para escuchar
ResponderEliminarEse disco era, incluso para los standards de entonces, muy denso.
La edición de EMI que yo compré era uruguaya y los discos de pasta venían en un nylon especial del que todavía recuerdo el aroma.
La rareza musical que es TFTO me empezó a gustar de a poco, hasta convertirse luego en un gusto obsesivo. Fascinación. La coda de Nous Sommes du Soleil, con la guitarra eléctrica de Steve Howe y la base percusiva in crescendo, lo tengo como uno de los pasajes más altos y sublimes de la historia de la música rock.
Si este tipo de música era sinfónico (se llamaba pomposamente así a ELP, Crimson, Genesis y a Yes), el plano de comparación en cuanto al goce estético que me causó TFTO, lo encuentro comparable al adagio de la 3ra. sinfonía de Anton Bruckner.
Artísticamente están cortados con el mismo cuchillo de audacia innovadora y manejo de la polifonía.
VIN, Santa Fe-Arg.
Gracias a todos por tan exquisitos y entusiastas comentarios.
ResponderEliminarAcabo de escucharlo por n-esima vez y como si fuese la primera. Supermusica en una palabra. Al escuchar este disco casi se puede oler el aroma del incienso, de por medio esta una forma de pensar (oriental claramente). Esto se nota sin necesidad de saber bien las letras, la musica lo dice casi todo. Fue una de mis ultimas adquisiciones de Yes, en este caso en CD, aunque soy de la epoca de los LPs, pero en Peru no lo vi.
ResponderEliminarJorge