Otra faz de Gian Carlo Menotti: una «comedia grotesca»
En estas páginas, les he presentado a Gian Carlo Menotti con una obra seria y de audaz concepción compositiva, La muerte del obispo de Bríndisi, y luego con una ópera bufa que fue el primer éxito de este autor, Amelia va al baile. Hoy les traigo una obra también hilarante, y con todo el ritmo y el lenguaje que Menotti adquirió en su patria de adopción, los Estados Unidos de Norteamérica: La solterona y el ladrón. La chispa italiana no se le fue nunca a Menotti, aunque hubo de adaptarse a otra mentalidad más exterior y pragmática.
En 1939 la cadena NBC de los Estados Unidos le comisiona a Menotti escribir una ópera que iba a difundirse exclusivamente por radio. El músico —que casi siempre escribe él mismo sus libretos— decide hacer una pieza satírica, de contenido muy audaz para ese momento, que fue The Old Maid and the Thief, La solterona y el ladrón. La obra gustó tánto que hasta se hizo posteriormente en escenarios, y marcó otro de los grandes triunfos de Menotti.
He aquí el argumento de la obra: Bob, un mendigo, entra a la casa de la señorita Todd por la puerta trasera de la vivienda, con intenciones de robo. La dueña de casa está sirviéndole té a una amiga visitante, la señorita Pinkerton. Leticia, la criada de la señorita Todd, descubre al ladrón y, en principio, lo ayuda a ocultarse; en cuanto se va la visita, Leticia le avisa a su patrona que ella ha ocultado a Bob. Como ambas están desesperadas por compañía masculina, le sirven todo tipo de alimentos y le ofrecen muchas comodidades, para que no se vaya.
La señorita Todd oye por radio que se está buscando a un ladrón que se ha fugado, y la descripción del maleante coincide exactamente con la de Bob. Pero ambas deciden seguir ocultándolo. Cuando él se pone más exigente, y les pide que le consigan ginebra, bebida que no hay en la casa de la señorita Todd, ambas se dirigen a un almacén de bebidas y roban una botella de ginebra, para traérsela a Bob. Mientras éste toma su bebida alcohólica, la señorita Todd le cuenta que, como no tenían dinero para comprarla, debieron robarla. El ladrón se indigna, y manifiesta que entonces la mujer merecería ser encarcelada. Ésta se enoja por tánta ingratitud, y sale de su casa con rumbo a la comisaría, a denunciar a Bob. Pero en ausencia de la señorita Todd, Leticia y Bob desvalijan la casa, y se escapan llevándose incluso el automóvil de la señorita Todd. Cuando ésta regresa, encuentra la casa vacía, y se desmaya.
Una obra chispeante, con bellas melodías y una fuerte influencia de la música popular estadounidense, sobre todo de sus comedias musicales. Pero siempre muy original, como sucede con todas las obras de Gian Carlo Menotti.
La grabación que acompaño, aunque cantada por supuesto en inglés, fue hecha en Trieste, Italia, con la O
hoi,
ResponderEliminarTHX, but QUALITY is very POOR (backgrond noises)...
roger (F)
I know Roger, and I'm sorry. But Walter couldn't do it better.
ResponderEliminarInteresante obra; otro gran aporte de Walter.
ResponderEliminarPor cierto, ¿podriais resubir la otra obra de Menotti "La muerte del Obispo de Brindisi"? El link lleva tiempo caido.
Gracias anticipadas.
Gian Carlo tan fino como siempre.
ResponderEliminarMaestro Ravanelli muchas gracias por el regalo.
Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
Elgatosierra