Un salario para Beethoven
Cuando murió Beethoven
su cama estaba plagada de chinches y piojos
y restos de comida
en el torturado proyecto de una décima sinfonía.
Si uno adhiriera a la vieja estafa poética diría
que hasta las sabandijas habían acudido
al último llamado musical.
Pienso más bien que la mugre de la época
tenazmente empeñada en instalarlo en la historia
no soslayaba la agonía del genio.
Pero no había error alguno
en los insectos de la cama de Beethoven,
sino en el fétido martirio
con que los príncipes suelen pagar la música.
Joaquín O. Giannuzzi
En Las condiciones de la época (1967)
Muchas Gracias por el disco.
ResponderEliminarLeonardo
De nada, Leonardo, un gran saludo.
ResponderEliminarMil gracias Amo a Martina Arroyo !!!
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