Vaughan Williams - Sinfonía Nº 2 «A London Symphony» - Hickox

Los sonidos de Londres

>>MARTÍN ZUBIRÍA

Ralph Vaughan Williams (1885-1958), principal promotor de la renovación de la música inglesa del siglo XX, compuso nueve sinfonías, creadas entre 1910 y 1958. Difieren mucho unas de otras y cuatro de ellas, como la Segunda, por ejemplo, llevan un título.
Por algunos pocos meses, entre 1907 y 1908, Vaughan Williams tomó clases de orquestación con Ravel en París. Y su London Symphony, compuesta en la tradición de Dvorák entre 1912 y 1914, es una obra contemporánea de los Valses nobles y sentimentales.
La obra consta de cuatro movimientos destinados a ilustrar musicalmente diversos aspectos de la capital británica y logra su propósito con una gran eficacia artística. Sin embargo no se trata de una composición puramente descriptiva, pues tanto su notable riqueza melódica como la solidez de su escritura permiten valorarla plenamente como música pura.
El primer movimiento (Lento-Allegro risoluto) posee un comienzo semejante al de El mar de Debussy. Arpa y clarinete entonan con mucho acierto el célebre Big Ben y tras ese «amanecer» la parte rápida del movimiento «describe» la animación de las calles londinenses.
Sigue un Lento de una gran intensidad poética, luego un Scherzo saltarín, con ecos de algarabías y fiestas populares, subtitulado «Nocturno» y por último un gran final, rítmicamente muy complejo, que incluye algunos recuerdos del primer movimiento. El epílogo es introducido por un lejano Big Ben y la obra, como los Valses nobles y sentimentales de Ravel, evita una conclusión rotunda y acaba perdiéndose en el silencio.

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En esta ocasión, sugerimos escuchar el disco de 2001 del sello Chandos, con la versión original de 1913 de la Sinfonía Nº 2 (A London Symphony) de Vaughan Williams, primera grabación mundial de la misma según la versión editada por Stephen Hogger. Intepreta una London Symphony Orchestra soberbia bajo la dirección del recordado Richard Hickox. El disco es completado con el Idilio de The Banks of Green Willow, del poco frecuentado compositor inglés George Butterworth (1885-1916).

Gracias, Sankerib