domingo, 14 de agosto de 2011

Bartók - Los tres conciertos para piano - Anda - Fricsay (5/5)



Coda





Queridos lectores y lectoras de Oído Fino: durante cuatro entregas recorrimos, uno a uno, los tres conciertos para piano y orquesta de Béla Bartók de la mano de la tríada que llevó a las alturas estas obras y fue la artífice para que el mundo abriera sus oídos y sus sentidos al maravilloso mundo musical del genio húngaro.

En las entregas, no sólo comenté la génesis de cada uno de los conciertos, sino que me tomé la libertad de compartir mi propia visión de ellas y contarles cómo el Concierto Nº 2 fue mi entrada al agreste mundo de la música del siglo XX.

En cada una de las entregas asociadas a los conciertos, aprovechamos para dedicar unas líneas a cada uno de los miembros de la tríada: el pianista Géza Anda, el director Ferenc Fricsay y la Berlín RIAS Sinfonieorchester u Orquesta Sinfónica de la RIAS (RIAS es un acrónimo de Amerikanischen im Sektor Rundfunk: Radio en el Sector Americano), conocida posteriormente como la Orquesta de la Radio de Berlín y ahora como la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín (Orquesta Sinfónica Alemana de Berlín).

Este viaje ha sido muy gratificante para este escribiente, dado que he vuelto a vivir con intensidad un documento histórico importante y trascendente para la historia musical moderna y, en el proceso, me he obligado a revisitar viejos escritos y documentos que alguna vez marcaron mi conciencia musical. Esperamos con don Fernando G. Toledo, haber logrado traer a la luz un monumento sonoro para deleite de nuestros lectores y nuestras lectoras.

Ahora bien… ¿cómo cerrar esta serie? Quisiera intentar hacer un cierre a estos escritos con unas breves reflexiones sobre el importante papel de Bartók y del registro fonográfico que hoy nos ocupa en el desarrollo de la identidad cultural magyar en la post-guerra.

Antes que nada, es importante destacar que luego de la mítica grabación que nos ocupa, Anda no volvió a grabar la serie de conciertos de Bartók, principalmente porque la prematura muerte de Fricsay nos privó de nuevos tesoros musicales de este espectacular dúo. Quedó para la posteridad esta brillante asociación, clave para posicionar a Bartók en nuestro mundo musical de hoy.

Por ello cerraré este ciclo compartiendo el registro de un espectacular concierto acontecido el 13 de agosto de 1972 en el Festival de Salzburgo de dicho año, quizás una de las más notables apariciones de Anda en concierto antes de su también prematura muerte, a los 54 años, en 1976.

En los cinco años siguientes a la muerte de Bartók, el debate sobre su legado fue parte de este juego de intereses. La música del maestro fue calificada por las autoridades pro-soviéticas en Hungría, como «reaccionaria, burguesa y elitista», llegando al punto de ser proscrita bajo los cánones impuestos por la doctrina de Andrei Zhdanov (la misma que censuró en la URSS las obras de Shostakovich, Prokofiev y Khachaturian).

Al mismo tiempo, en Occidente, su legado empezó a ser valorado exponencialmente, y de manera frecuente su música fue objeto de culto y reverencia por un número cada vez mayor de melómanos.

En este marco temporal, diez años después, a inicios de los ’60 (15 años de la muerte del maestro), Anda y Fricsay realizaron sus míticos registros, se convirtieron en una premiére integral.

Del otro lado de la cortina de hierro, EEUU y sus aliados empezaron un proceso de construir una contra-imagen de la propaganda soviética, con su proyecto estrella: la creación, desde el Departamento de Estado, de la Voz de las Américas (VOA), una radio de transmisión abierta diseñada y dirigida para contrarrestar la propaganda soviética con noticias y programas culturales. En una audiencia en el Congreso de EEUU, Foy Kohler, Director de la VOA en los años ’50, declaraba:



«No debemos dudarlo, si apelamos a la práctica regular [en nuestras transmisiones] de citar a los íconos y tradiciones culturales de los pueblos [bajo el yugo soviético], tendremos un soporte para fomentar movimientos independentistas. Recordemos que si les hablamos en su mismo idioma, les estaremos recordando su gloriosa historia, les estaremos acercando a su mente los tesoros de su literatura y arte, símbolos que en la mayoría de los casos, han sido suprimidos por los regímenes pro-soviéticos».




Para el diseño de esta agenda cultural pro-húngara, la VOA comisionó a través del Departamento de Estado al Jefe de la Delegación Diplomática en EEUU Nathaniel Davis entre 1949 a 1951 (no con rango de embajador, sino de ministro, dado el estado de relaciones), que propusiera aspectos a cubrir con un programa cultural (extractos de los oficios cursados pueden consultarse en la Biblioteca Truman). Previamente, Davis fue embajador de EEUU en Costa Rica, y su posición en Hungría marcó luego de su servicio, su retiro con Honores del Servicio Diplomático. El examen de las lecturas de Davis es por demás interesante. Cito quizás el extracto más relevante, fechado en febrero de 1950:



«Uno de los más impactantes ejemplos de la renuncia progresiva a la cultura contemporánea húngara en respuesta a los requisitos establecidos por los soviéticos a sus títeres en el gobierno magyar, la podemos encontrar en un artículo de Géza Losonczy publicado el 5 de febrero (de 1950) en la revista Szabad Nép respecto de las tendencias de la Opera Húngara. En el artículo se hablaba del hecho de que, para muchos, Bartók era el más importante compositor húngaro, en mucho, debido a su reputación de haber sido un anti-fascista y “progresista”, motivo por el que adquirió gran fama entre los círculos culturales izquierdistas húngaros desde 1945. A propósito de ello, Géza Losonczy no podía tipificarlo como un anatema o un proscrito; sin embargo, la música de Bartók era completamente inaceptable para los amos de Losonczy, politicuchos del Kremlin convertidos en críticos musicales, para los cuales sus radicales estándares neo-clásicos eran violados por la estética bartokiana y su constante uso de técnicas idiomáticas musicales novedosas y formas de construcción fuera de las normas clásicas. Este artículo de Géza Losonczy virtualmente anticipaba el progresivo retiro de la música de Bartók de la escena cultural húngara de la post-guerra».




Para el caso particular de Hungría, la figura de Bartók fue uno los íconos culturales que se potenciaron desde la VOA, al incluir sensibles espacios a todo el repertorio musical de Bartók, con especial énfasis en los registros que grandes artistas húngaros en el exilio habían hecho de obras del maestro, entre ellos los registros de Deutsche Gramophon de la tríada Fricsay-Anda-RIAS. Hay que decir que también, al mismo tiempo, los modernos íconos occidentales empezaron a dedicar su talento a interpretar por toda Europa las obras bartokianas. Entre ellos destacan en especial los conciertos y registros realizados por Lenny Bernstein y Herbert von Karajan de la Música para cuerdas, percusión y celesta y el Concierto para orquesta. Del otro lado de la Cortina de Hierro, Karl Ancerl también realizó notables registros de casi todo el repertorio orquestal de Bartók, incluyendo también los Conciertos para piano y violín.

Pero quizás ninguna de estas grabaciones alcanzó los niveles de excelencia y mitificación que los alcanzados por Fricsay y la RIAS, y en especial, nuestra querida grabación de los conciertos con Géza Anda. Esta relación virtuosa comenzó en 1952 en el Primer Festival de Música Contemporánea ISCM de Salzburgo, con una memorable interpretación del Segundo concierto de Bartók, que motivo un bis del tercer movimiento en medio de una atronadora ovación. Veinte años después, Anda regreso a Salzburgo, ahora en la gran marquesina del Festival Musical de Salzburgo, con una notable interpretación del Tercer concierto.

Veinte años después, sí, y un mundo de diferencia. En esta ocasión, la inclusión de Bartók no se producía en un escenario pequeño en el marco de un festival focalizado en música contemporánea, sino que era parte de un programa del Festival Musical, de la mano del mítico Herbert von Karajan. No he encontrado muchas referencias bibliográficas sobre este acontecimiento. Robert Osborne, en su mítico trabajo sobre el director austríaco titulado Karajan: A Life In Music, sólo le dedica una pequeña nota marginal. El libreto del disco no abunda en detalles, así que no tengo un marco referencial para contextualizar este registro, por demás valioso, de Karajan con la legendaria Staatskapelle de Dresde.

Osborne señala que este registro fue parte de un abierto y casi descarado coqueteo de Karajan con la Staatskapelle, como parte de un plan para posicionarse en ambos lados de la Cortina de Hierro. En particular, el personal de audio de la Statskapelle grababa todas las sesiones de trabajo de Karajan con la orquesta y cada palabra y gesto era sometido a escrutinio.

Estos coqueteos y actitudes de Karajan repercutieron en un constante espionaje y monitoreo político desde la Stasi (Ministerio para la Seguridad del Estado, en alemán Ministerium für Staatssicherheit), que era el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana. La Stasi fue reconocida en general como uno de los servicios de inteligencia más efectivos del mundoy disuelta en 1989.

Karajan conocía y muchos han afirmado que disfrutaba del seguimiento de la Stasi. No obstante lo anterior, Karajan se empeño y consiguió que las mejores orquestas de la Alemania pro soviética tuvieran la oportunidad de brillar en festivales musicales de Occidente, y dado el rol de Karajan en Viena y Salzburgo, la Staatskapelle de Dresde participó varias veces de este festival.

Para el concierto con Anda como solista, Karajan había diseñado un programa romántico, con sugerencias que oscilaban entre los Conciertos para piano de Schumann y Liszt. Sin embargo, Anda persuadió a Karajan de aceptar una combinación poco ortodoxa: el Tercero de Bartók y la IV Sinfonía de Schumann. Valga comentar al lector que estoy casi 100% seguro de que es el único registro de Karajan de una obra de Bartók, fuera de sus registros previos del Concierto para orquesta y de la Música para cuerdas, percusión y celesta.

La edición fonográfica de este concierto pertenece a la serie DGG dedicada a desempolvar el enorme legado del Festival de Salzburgo a través de la edición digital de grabaciones originales de la Radio Nacional Austríaca. Este registro lo conocí a través del blog Sentidos, de autoría del insigne sevillano Julio Salvador Belda, quien también dedicó en su momento un artículo al registro de los Conciertos de Bartók por la tríada Anda-Fricsay-RIAS.

En una nota editorial dedicada a esta grabación, Julio Salvador escribía: «La interpretación ofrecida en el disco por Karajan, Anda y la Staatskapelle Dresden es bellísima. Orquestalmente es una maravilla escuchar esta orquesta, de una enorme belleza sonora y que logra un acompañamiento perfectamente armonioso a la interpretación emotiva, íntima y delicadísima de un Anda fenomenal (un verdadero maestro en Bartók) sin olvidarnos de un Karajan genial refinado, sutilísimo y logrando un equilibrio musical maravilloso. Una verdadera obra de arte».

Amigos y amigas, así cerramos este sencillo pero sentido homenaje al gran talento del maestro Béla Bartók y al invaluable aporte que la divina tríada Anda-Fricsay-RIAS dio al mundo con la grabación inmortal de las tres joyas para piano y orquesta.

En este registro del Tercer concierto para piano y orquesta, Anda retorna a Salzburgo en 1972, al sitio en que maravilló al mundo con Bartók 20 años antes, ahora con la estrella inmarcesible que recogió el legado de Fricsay en Berlín, Herbert von Karajan. Sólo que… no con la Filarmónica de Berlín, sino con la orquesta sinfónica más antigua del mundo, la incomparable Staatskapelle de Dresden. Como un regalo adicional, incluimos la interpretación de Karajan de la Cuarta de Schumann, quizás su mejor registro de esta obra (mejor que cualquiera de las grabaciones anteriores en Londres, Berlin y Viena).

¡Viva Bartók! ¡Viva la tríada!



8 comentarios:

  1. Hola Fernando.
    Según estaba leyendo la reseña de Ernesto me decía, esto lo he leido anteriormente, pero pensé que era una reposición, cuando llegué al primer concierto, tambien me sono la presentación, no obstante descargué el concierto y cuando traté de ponerle en la carpeta del Sr. Béla Bartók, el ordenador que es muy listo me pregunta quieres sustituir lo nuevo por lo viejo.
    No lo tomes como crítica, simplemente decirte ¿ha sido un lapsus?.
    Un cordial saludo.
    Manolo.

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  2. Hay un disco con una grabación con una orquesta italiana de la Cantata Profana por Karajan.

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  3. "Valga comentar al lector que estoy casi 100% seguro de que es el único registro de Karajan de una obra de Bartók, fuera de sus registros previos del Concierto para orquesta y de la Música para cuerdas, percusión y celesta".
    He leído esto y he querido, simplemente, poner en conocimiento de los interesados que Karajan dirigíó y fué grabado en vivo con la Cantata Profana.

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  4. Hola Fernando.

    El artículo que tengo delante de mi no se parece en nada al que leí esta mañana, en el que leí esta mañana, Ernesto Nosthas comienza diciendo lo alagado que se sintió al pedirle tu que escribiese sobre Bela Bartók, continua diciendo que él descubrió la música clásica a través de su abuelo, que era doctor afamado y musicólogo por afición, comenta que a su abuelo no le gustaba Bartók porque era muy ruidoso, describe como él descubrió a Bela, se encontraba solo en casa de su abuelo y vio unos discos
    Y al ponerlos le gustó, comenta que él asistía a las reuniones que hacía su abuelo y que trataban de muy diversos temas, también comenta que sus abuelos no tuvieron descendientes varones y él era como un hijo adoptado. Este es el resumen de lo que leí esta mañana, y respecto a la descarga era el mismo que descargué hace tiempo de Oído Fino, El contenido del fichero puede ser el mismo, pero que el continente sea tan igual como para que al comparar el ordenador me diga que ese fichero existe en el disco duro es casi imposible, si fuese de otro sitio, aún en el caso de que te le pirateasen ya cambiarían algo por lo menos la indicación del sitio. Suficiente para que el ordenador lo admita sin mas.
    Esto es mas o menos lo que escribió Ernesto hace un año o año y medio y esto es mas o menos lo que leí y descargué esta mañana en Oído Fino.
    Fernando, aunque sutilmente me has tachado de mentiroso o embustero y además de absurdo, te diré que se que hay muchas personas que no maduran nunca pero yo por necesidad maduré muy joven y a mis 68 años ya es tarde para ser atolondrado y jugar con alguien que aunque no te conozco, te respeto por la labor que haces.
    Yo también fui joven e impetuoso. En lo sucesivo no comentaré.
    Te pido que si puedes trates de aclarar esto con Ernesto, si recuerda haber escrito algo semejante.
    Y si puedes, aclarar esta situación tan extraña.
    Un saludo, Manolo.

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  5. MANOLO:
    En ningún momento de mi escrito lo tildo a usted de mentiroso. Esa es una asunción que debería correr por su propia cuenta. Yo lo que hice fue, con sutileza, decirle que estaba equivocado de cabo a rabo y eso también debió ser, creo yo, una posibilidad que usted mismo pudo contemplar y no hizo ni en el primer ni en el segundo comentario. El artículo está publicado tal como se ve actualmente desde el primer momento. Sin embargo, si por error usted al bajar hasta el final del artículo hizo clic (quizá involuntariamente) en el enlace que dice "Concierto Nº 1", eso lo pudo llevar rápidamente hacia el artículo que usted menciona, y que contiene justamente el que tiene la descarga del primer concierto (motivo por el cual su ordenador le habrá recordado que eso ya lo bajó).
    Estimo que considerar esa posibilidad pone una perspectiva más clara y sencilla a este supuestamente extraño caso, y evita hacer psicología sobre la madurez o no de los interlocutores. Para su tranquilidad, soy de los que tuvieron que madurar de jóvenes también, y por eso es que los que me conocen siempre me tratan de "precoz en todo", porque tuve que asumir casi desde la adolescencia responsabilidades que podrían haber esperado unos años más.

    BRUNO:
    Ahora comprendo mejor su mensaje. Gracias por el dato.

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  6. El disco le he visto en la tienda pero no lo compré. Leí una crítica que no lo ponía demasiado bien, ni la interpretación ni el sonido. Teniendo en cuenta la complejidad de la obra y que era un concierto ordinario, no me extraña. Me imagino que el concierto aparecerá en la web de Karajan. El sello era italiano de los de segunda. No recuerdo más datos.

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  7. Por otra parte les puede interesar conocer que Karajan incorporó a su repertorio el 3ª muy pronto y lo tocó con otros solistas antes de con Anda.

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  8. MANOLO:
    1) No, no interpreto esa frase como el equivalente de llamar a alguien embustero. Evidentemente no hablamos el mismo idioma o quizá lo usamos de manera distinta, ya que si me dicen que no es cierto lo que digo no necesariamente pienso "me están llamando embustero", sino "me dicen que estoy en un error".
    2) Para mí la persona que dice cosas absurdas no necesariamente es absurda, sino que puede ser un bromista o estar equivocado.
    3) Sí, he cometido errores y me han tratado de descerebrado. A veces con razón, otras no. Pero no es éste el caso ya que nadie lo ha tratado de descerebrado.
    4) No sé de dónde saca usted que la soberbia me domina. Quizá tiene poderes especiales para revisar mi estructura psico-social mediante un mensaje de texto, pero bueno, prefiero no prestarme a ese juego. Le pido que no lo implemente en mí.
    5) En ningún momento en esa frase que usted cita yo digo que usted deba calificarse de embustero. Digo que si usted dice que yo lo he llamado así, es cosa suya, pues yo jamás lo he hecho. Quizá no quedó claro, espero que ahora sí.
    6) Tengo medios de averiguar y es lo que intenté hacer. Pero todavía no consigo saber por qué no revisó antes la página para saber si había hecho clic en el lugar correcto y si efectivamente reconoce su error.

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