lunes, 25 de octubre de 2010

Elgar - Concierto para chelo - Gabetta - Venzago (y otras obras)



Sol Gabetta interpreta el Concierto para violonchelo de Elgar y obras breves de Dvorák, Respighi y Vasks

Entre los clásicos en el género concertante para violonchelo, el de Edward Elgar es quizás mi gran favorito, en un podio que comparte con el de Boccherini en si bemol mayor y el de Dvorák, junto con el par de conciertos que nos legó el gran Shostakovich.

Antecedentes
Fue precisamente con el Segundo concierto de Shostakovich que tuve la primera noticia de la joven chelista argentina Sol Gabetta, y he de declarar que, aparte de la maravillosa versión que nos grabo Mstislav Slava Rostropovich con Evgeni Svetlanov en 1968, la lectura de esta cordobesa es la que más me ha impresionado, muy por encima, por ejemplo, de la de Maisky/Previn. Mis agradecimientos a nuestro anfitrión, Fernando G. Toledo, por compartirla con todos nosotros a través de Oído Fino.
A partir de ese primer encuentro me quedó el interés por conocer más de ella, y cuando salió a la luz este disco con obras de Elgar, Dvorák, Respighi y Vasks, me apuré a obtenerlo y evaluarlo lo más pronto posible con Fernando, para compartirlo como una nota de seguimiento en el blog. A la fecha ya poseo la colección completa de grabaciones de Sol Gabetta, así que poco a poco las iremos compartiendo con ustedes en Oído Fino.
He de comentar que este nuevo CD es una movida riesgosa de Sol Gabetta en el repertorio, al enfrentar sin titubeos la obra cumbre de este repertorio (en mi modesta opinión), teniendo siempre en mente que el estándar de interpretación es la maravillosa y trágicamente mítica grabación de Jacqueline Du Pré y Sir John Barbirolli con la Orquesta Sinfónica de Londres de 1965 (junto con las otras tres grabaciones de la misma Du Pré con Sir Malcolm Sargent y dos con su esposo Daniel Barenboim). Esta grabación ha sido acogida universalmente como la interpretación definitiva, por encima de notables como las de Casals y Rostropovich (quien al escuchar esta grabación, decidió voluntariamente retirar el concierto de Elgar de su repertorio).
Luego de la grabación de Du Pré, quizás la mejor grabación sea la que hizo Yehudi Mehuhin como director y el chelista Julian Lloyd Webber en 1986, la cual recibió en 1987 el Brit Award como la mejor grabación de dicho año. En ese mismo concierto otros no han sido tan afortunados como Maisky (con Sinopoli), Watkins (con Bělohlávek para los BBC Proms), Yo-Yo Ma (con Previn) y, más recientemente, Natalie Clein (con Handley).
Sobre la coincidencia entre la serena nostalgia del concierto de Elgar y la trágica vida de su mejor intérprete, redacté un artículo en el blog de nuestro inolvidable amigo E Cuervo López, el cual invito a los lectores a visitar haciendo clic aquí.
Aclaro al lector que no entré a evaluar el disco de Sol Gabetta que hoy les comparto con ese estándar en la mente: aunque la referencia es obligada, traté de concentrarme en la música exclusivamente y, para mi sorpresa, lo que escuché me entusiasmó muchísimo. Y con dos, tres escuchas más… me enamoré más del tono solemnemente melancólico del chelo de la cordobesa… En justicia, no desbanca del pináculo absoluto a Jacqueline Du Pré, pero sin duda es la grabación que más me ha gustado, por encima de todas las que mencioné previamente, con excepción de las de Du Pré (creo que esto queda claro y sobra).

La artista
Sol Gabetta es una joven chelista, nacida en 1981 en la bella ciudad de Villa María (Córdoba, Argentina), de padres de origen italiano, francés y ruso. Estudió violonchelo, piano y canto en Córdoba, perfeccionándose como chelista en Buenos Aires con Leo Viola y en Madrid mediante una importante Beca para la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Posteriormente inició sus cursos de violonchelo con Iván Monighetti en la Academia de Música de Basilea (Suiza), y, después de haber obtenido el diploma de solista en 2001, prosiguió sus estudios de chelo en Berlín con David Geringas.
Ha recibido muchos premios en su joven trayectoria, empezando desde muy joven: a la edad de diez años obtuvo dos primeros premios en concursos musicales de Córdoba y Buenos Aires. En 1995 obtuvo el primer premio en el Concurso de la Radio de la Suisse Romande en Ginebra, Suiza, la máxima distinción en el Concurso Internacional de Lausana, Suiza, y el premio a la mejor interpretación musical en el Concurso Tchaikovsky de Moscú, en 1998.
Sol Gabetta ha sido huésped de importantes festivales, como el de Lockenhaus y Davos, en la serie «Jóvenes Artistas en Concierto», y en el festival de Lucerna. Fue invitada a tocar con las orquestas Sinfónica de Basilea, la Orquesta Nacional de Francia, la Orquesta de Cámara de Stuttgart, la Orquesta de la Radio de Baviera, la Filarmónica de San Petersburgo, y en abril de 2003 participó, a solicitud de Gidon Kremer, de una serie de conciertos en Italia con su Kremerata Báltica. El mismo Kremer, director artístico del Festival de Basilea MuseumsMusikWoche, la presentó como solista en el concierto inaugural del 9 de abril de 2003, con la Orquesta de Cámara de Basilea.
Algunos de sus conciertos fueron grabados y luego transmitidos en los programas de Espace 2 en Francia, la DSR (Radio de la Suiza Alemana), la SWR (Radio del Sudeste Alemán), y en la Classic Radio de Alemania. En estos momentos Sol Gabetta tiene su propia cátedra de chelo en la Academia de Basilea y desde 2005 está organizando su propio festival en Suiza: el «Solsberg Festival», en la pintoresca ciudad de Olsberg (en la periferia de Basilea donde reside). Según Gabetta su propósito es «invitar cada año a un compositor residente a que componga una obra específica para mí. Mi sueño es que dentro de 20 años pueda tener un repertorio original, creado para mí, en Solsberg Festival».
Al inicio de su carrera Sol Gabetta interpretaba su música para muchos de sus recitales y conciertos públicos en un chelo Guadagnini de 1759, que pertenece a la colección privada de Hans K. Rahn. Ahora, usa un violonchelo original del más famoso de los lutieres franceses, un J. B. Vuillaume de 1867, el cual le ha sido cedido gracias a los auspicios de la compañía suiza Crossair Airlines.
El disco que hoy compartimos es el sexto y más reciente de su repertorio. Previamente ha publicado:

• Tchaikovsky, Saint-Saëns and Ginastera: Su álbum debut, con la Munich Radio Orchestra, bajo la dirección de Ari Rasilainen
• Il Progetto Vivaldi, con la más prestigiosa de las orquestas autenticistas italianas, los Sonatori de la Gioiosa Marca
• Shostakovich Concerto Nº 2 con la Filarmónica de Munich dirigida por Gerd Albrecht (este CD fue presentado en Oído Fino).
Cantabile: un CD maravillosamente compilado de obras operáticas para voz humana, transcritas para chelo. Acá Sol es acompañada por la Prague Philharmonic, bajo la dirección del maestro Charles Olivieri-Munroe
Obras para chelo de Hofmann, Haydn, Mozart (adaptación para chelo del Segundo concierto para flauta), con la Orquesta de Cámara de Basilea dirigida por Sergio Ciomei.


Las obras
En el artículo previamente citado, publicado en el blog de El Cuervo López, encontrará el lector muchas referencias a las circunstancias que rodearon la escritura del maravilloso Concierto para chelo de Elgar, su última obra importante antes de caer en el aislamiento y la depresión que marcaron sus últimos quince años de vida, debido a la enfermedad y muerte de su amada esposa Alice. Durante sus años postreros, Elgar no fue capaz de escribir nada significativo. Adicionalmente, en aquella nota, hago una referencia a la trágica vida de Du Pré y a la divina iluminación que hizo de su interpretación con Barbirolli el maravilloso e inalcanzable estándar definitivo para interpretar la obra.
En este CD Sol Gabetta interpreta el Concierto para chelo de Elgar, más un ramillete de obras concertantes breves para chelo y orquesta, así como una enigmática obra para chelo solo de Pēteris Vasks. En la interpretación, Gabetta es acompañada magistralmente de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa (la orquesta tradicionalmente más importante de Dinamarca, heredera de una gran tradición que incluye al legendario Nikolai Malko y Herbert Blomstedt) bajo la dirección de Mario Venzago.
Las miniaturas concertantes de Elgar incluidas en el CD, son obras adaptadas para chelo y orquesta por Søren Barfoed. Dos de dichas obras –Salut d’Amour y La Capricieuse– corresponden a la primera etapa de la vida de Elgar, anterior al éxito que marcaron sus Variaciones Enigma en 1899. Una de ellas es especialmente significativa: se trata de Salut d’Amour, escrita para Alice, el amor de su vida, en respuesta a un poema que ella le había escrito. En el diario personal de Elgar y en la primera edición de la obra, Elgar anotó: «para la mujer que me ha aceptado…». Sospiri fue escrito en 1914, unos días antes de que iniciara la Primera Guerra Mundial, como una miniatura orquestal para arpa, órgano (o en su defecto armonio) y orquesta de cuerdas.
El programa incluye dos obras de cámara de Antonín Dvorák, luego orquestadas para chelo y orquesta por el mismo compositor tras ser utilizadas en su «gira de despedida» de su natal Bohemia en 1892 junto con el violinista Ferdinand Lachner y el chelista Hanus Wihan, antes de partir a América para tomar el puesto del Conservatorio Musical de New York (Jeannette Thurber, fundadora del Conservatorio de Nueva York le ofreció especialmente el puesto, a condición que se trasladase a vivir a Estados Unidos).
Ambas obras, pero en especial el Rondó op. 94, anticipan la grandeza y lirismo que posteriormente caracterizara su hermoso Concierto para chelo. En esta obra, rápidos arpegios en el chelo dan paso a citas textuales de melodías originales de su natal Moravia. Esas obras fueron usadas como complementos para la obra que caracterizó esa gira artística: el nuevo Trío Dumky.
Ottorino Respighi es el primer gran compositor sinfónico italiano del siglo XX, un valiente que se distanció a sí mismo de la notable estirpe italiana verista, para dedicarse a la composición orquestal con un lenguaje propio y personal: lejos del modernismo del siglo XX, pero reinventando un lenguaje orquestal rico y exuberante. El Adagio y (nueve) variaciones para chelo y orquesta fue compuesto en 1924, y es una obra concertante para chelo que hace un balance armónico entre el solista y pasajes de gran belleza orquestal.
Finalmente, el álbum cierra con una obra sorprendente, y que fue lanzada como un CD corto independiente: el Grāmata čellam o El libro para el chelo solo del compositor latvio Pēteris Vasks (*). A mi juicio, es junto a la lectura de Elgar, un tesoro digno de apreciar: una obra para chelo solo en dos partes, de gran belleza y dificultad técnica, alterna pasajes de íntimos silencios y fuertes contrastes rítmicos, en donde el autor pide al solista que refuerce la lectura cantando-vocalizando con su propia voz una serie de compases (acá, particularmente, Sol Gabetta saca ventaja de su preciosa voz y de los estudios de canto que tuvo en su infancia). La interpretación de la cordobesa es sencillamente genial, un fiero dominio técnico (prestar especial atención a los momentos de gran intensidad con dobles y triples saltos de ritmo, crescendos o diminuendos alternando pasajes de arco, col-legno y pizzicatos) alternando con momentos de gran lirismo.

Valoración final
Realmente, es un disco maravilloso. Elgar es interpretado con intensidad, fuerza y mucha emoción. Y en especial los dos últimos cortes –Respighi y Vasks– hacen del programa del CD un verdadero tesoro interpretativo. Lo recomiendo enormemente. ¡Disfrútenlo!

Próxima parada: Il Progetto Vivaldi

(*) Importante hacer notar que con el lanzamiento del disco de Elgar que hoy estamos comentando, la obra de Vasks fue incluida en el paquete integral del CD. El CD se comercializa como CD doble, pero toda la música (Elgar, Dvorák y Respighi más la obra de Vasks, puede ser grabada en un solo CD).

3 comentarios:

  1. ¡Gran alegría! Gracias por la música.

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  2. ¡Precioso post y maravillosa música, y hay que ver qué buen gusto tienen algunos! JAJAJA Y qué decir del disco, si es imposible decirlo mejor que Ernesto. Dejemos, pues, que la música hable por sí sola.
    Hace ya muchos años llegué a este Concierto de Elgar de la mano de Casals, y sigo creyendo que fue una extraordinaria manera de llegar. Luego vinieron Du Pré, Tortelier, Lloid-Webber, Harrell, Mørk, y ahora es Gaveta. Y no me canso de esta maravilla. Ese tercer tiempo, el adagio, es absolutamente mágico, te llega hasta lo más profundo, te cala los huesos.
    Esta Gaveta tiene un fraseo tan terso y transparente que da gloria. Originalidad, riesgo y virtuosismo son los adjetivos que mejor creo que encajan en la interpretación de Gavetta. Siempre al borde del precipicio, pero dando todas las notas y todas en su sitio.
    Perdón por mi insana voracidad pero ya estoy esperando, con esperanza, “Il Progetto Vivaldi”. JAJAJA
    Ernesto y Fernando, infinitas gracias por seguir alegrándonos la vida con la mejor música posible.
    Y siguiendo fielmente el consejo de Ernesto ya lo estoy disfrutando, y bien a mi sabor. JAJAJA
    Salud, paz, sonrisas y cordiales saludos.
    Elgatosierra

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  3. Es una vergüenza, pero se suspendió el concierto de Sol en el Colon por un montón de pseudos gremialistas que por cuestiones políticas no dejan que el teatro funcionen. Son una desgracia y una porquería

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